Es cómo el teatro; cuanto más experimentamos, exageramos y exploramos la manera en que usamos nuestras voces, más eficientes podemos ser con la forma en que usamos la voz y el lenguaje que elegimos para expresarnos.

A pesar de la amplia gama de acentos, edades y niveles sociales de los hablantes nativos en inglés, el ritmo y la entonación a la hora de hablar son muy parecidos o incluso idénticos.

El año pasado, les pedí a un grupo de amigos y familiares de diferentes edades, profesiones y entornos sociales que me ayudasen con un pequeño experimento informal.
Quería comprobar hasta que punto eran similares los ritmos y entonaciones que usamos. Les solicité que hiciesen una grabación de 6 frases diferentes (afirmaciones, preguntas, preguntas retóricas y aseveraciones) y que lo hicieran como dirigiéndose a un público.

Al escuchar las grabaciones, marqué el acento, el ritmo y la entonación que cada persona había empleado. A parte de un par de ligeros cambios de estilo; los ritmos, melodías y acentuación eran los mismos.

En inglés hablado, la música y las propiedades rítmicas del lenguaje son elementos clave. Permiten que el oyente reconozca y comprenda sin esfuerzo el significado de las palabras y frases que usamos.

Trabajando la manera en que usas tu voz e incorporando estas estructuras tonales y rítmicas a tu inglés, puedes aprender a crear sonidos que el oyente espera y así transformar espectacularmente tus habilidades de comunicación. Esto te ayudará a contactar sin esfuerzo con el oyente.